Harriet Bruce Annan limpia baños y trabaja en
un restaurant en la ciudad de Dusseldorf, Alemania. Pero en su casa de la
ciudad de Accra, ella es una héroe. Bruce toma parte de sueldo, alrededor de
400 euros al mes, y los utiliza para ayudar a 26 niños en el otro lado del
mundo, rescatados de los barrios pobres de Ghana, en África. Gracias a su
ayuda, estos niños están alojados, vestidos, y matriculados en buenas escuelas.
La vida no es fácil para Harriet Annan en Alemania, pero para ella brindar a
los jóvenes una oportunidad de salir adelante en la vida vale mucho más que su
dinero. Harriet Bruce Annan se encuentra en Accra en la actual fecha, donde ha
adquirido dos nuevas viviendas y a ocho niños más de los barrios marginales
Bukom.
El embajador alemán en Ghana y su esposa
asistieron a la apertura de la nueva casa. Conocí a este magnífico ser humano
gracias al documental “50 Cents Can Change the World” (50 centavos pueden
cambiar el mundo) donde siguen a Annan en uno de sus viajes anuales de regreso
a Ghana, para los niños es como la Navidad, rodeados de regalos y donaciones
que han donado los amigos de Anna en Alemania. Es un inspirador ejemplo de cómo
los ciudadanos tienen el poder de cambiar radicalmente la vida de los demás.



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