Me ha llegado una hoja de la escuela de la niña, el formato indica: Título de la lectura. Es una indicación para todos los padres, no hay orientación para aquellos que no sepan inducir a sus hijos hacia el disfrute de una actividad que los va a ayudar el resto de sus vidas. A cambio, debemos palomear si el hijo cumplió los diez minutos obligados, así sea del periódico. En la escuela se confunde la capacidad desarrollada por el niño para decodificar los signos lingüísticos, con su interpretación. En la escuela leer es sinónimo de maratón y obligatoriedad.
“Nuestra sociedad solo otorga a algunos el poder de leer o sea de acudir más rica y eficazmente a un nuevo poder sobre sí mismos y sobre los demás”.
Olvidados de la necesidad de hacer coincidir el acervo personal, cultural con el avance escolar se improvisa una carrera por la lectura aparente, y pasa por alto los intereses lectores y la habilidad necesaria para la interpretación.
¿Cuáles son los intereses de lectura por edades? Aunque trazar fronteras con un rasero, puede dejar afuera excepciones, por lo general es así:
(1 a 5 años) El niño se siente atraído por los libros ilustrados. El libro objeto se llena de sentido a partir del color, las formas, las texturas y las historias cortas con las que el niño reconoce animales, entornos y personajes cercanos. Las rimas les atraen.
(5 a 8) Se abre al universo de lo fantástico, gusta del miedo y de universos distintos. También disfruta de pequeñas historias con protagonistas de su edad.
(8 a 10) Continúa el gusto por lo fantástico, las aventuras y aquello más cercano a su búsqueda por conocer otras culturas, lo cual es muy importante porque es una etapa donde se puede reforzar la identidad, el sentido de pertenencia. Reconoce aforismos, leyendas, refranes, novelas cortas.
(11 a 13) En este paso, se separan con más nitidez los intereses lectores, por género. Son capaces de comprender novelas extensas cuyo planteamiento tenga interés humano, ecológico o simplemente por divertimento. Comienzan a gustar de la poesía.
En adelante se comportarán como lectores autónomos, aquellos cuyos intereses los lleven a la lectura por verdadero placer y cuyo entorno económico, familiar y cultural sea estimulante.
Cada niño es un universo infinito, sin embargo, la palabra como estimulación temprana, la visión de los padres lectores, la disposición de libros acordes con su edad y al alcance de sus manos será un buen comienzo para estimularlos a leer.
Comentarios