La lámpara eléctrica transformó la vida del hombre. El sueño era más largo y los paseos más cortos para evitar la oscuridad de la noche. Proliferaban mucho las fábricas de velas de cera y aceite para alumbrar en las casas. El oficio de farolero era un empleo que por aquellos días existía con gran demanda. Hasta que un día, apareció el hombre que pudo crear un sol artificial. La bombilla eléctrica es una ampolla de vidrio. Dentro hay un filamento metálico a través del cual circula energía eléctrica que, al encontrar resistencia, lo calienta hasta desprender luminosidad. El invento tuvo lugar en los Estados Unidos por Tomás Alva Edison (1847-1931) quien patentó más de mil inventos a lo largo de toda su vida desarrollando además aparatos telegráficos, nuevos modelos de acumuladores, motores eléctricos y uno de sus más famosos: el fonógrafo.
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