¿Cómo pudieron construir una muralla de piedra que resguardara 6.400 kilómetros de territorio chino? Se necesitaba una justificación muy grande y dinero del emperador y hombres, muchos hombres para llevar a cabo la empresa. Lo curioso es que La Gran Muralla no fue el primer intento de China por detener la invasión de los mongoles en su territorio. Durante varias dinastías y tiempos pasados, los chinos habían construido murallas, pero ninguna de estas, ya por sus débiles sedimentos o corta extensión, lograba detener el paso de los invasores. Un importante general chino fue quien tuvo la idea de unir los fragmentos dispersos y extender aún más la muralla. Pero el emperador Qin Shi Huangno soltaba el dinero muy fácil hasta que sufrió una invasión de mongoles que lo obligó a abrir las puertas de La Ciudad Prohibida para no ver a su pueblo masacrado. Fue entonces cuando las arcas se abrieron y comenzó a erigirse la muralla. Sobre las montaña, riscos, desiertos, colinas empinadas, se construía el muro. Era tan extenuante que los chinos morían de hambre y cansancio. Muchos pasaban años sin poder ver a su familia, otros no llegaban a verlos nunca más. Hasta que por fin, la muralla tuvo su prueba de fuego. Esta vez los mongoles no encontraron brecha que les permitiera atacar y así regresaron, intimidados ante la majestuosidad del gran bloque de piedra blanca. Hoy día, muy cerca de la muralla, hay pequeños pueblos cuyos habitantes son descendientes directos de aquellos hombres chinos que hace más de 10 mil años pusieron las primeras piedras.
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