Mordida Doble

¡La morena tiene dos bocas! No ha de ser nada fácil escapar a una de sus mordidas, porque si falla la primera, ahí estará la segunda, como una hermana pequeña, para llevar la comida a casa. En el buche de este enorme pez, aparece una segunda mandíbula. Viene desde el estómago y clava sus dientes para arrastrar a la presa capturada. Esto se debe al tamaño de la morena, que al tener un cuerpo tan alargado, necesita de mecanismos más eficientes para alimentarse. A diferencia de la mayoría de los peces, las morenas no generan suficiente succión a la hora de tragar.
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