Aunque muchos se hacen los de la vista gorda, las cifras permanecen allí: 300 mil niños son usados en ejércitos armados del mundo en los que se destacan países como Colombia, organizaciones militares en Europa y el medio oriente, Perú y México. Recientemente la historia de “Beto”, un niño mexicano usado por narcotraficantes, conmocionó a las sociedades del mundo mostrando un capítulo penoso de la vida.
Las condiciones de pobreza, un precario entorno social y el escaso acceso a la educación, atraen todo tipo de actividades delictivas que nunca tienen un buen final. Los delincuentes carecen de escrúpulos, no les importa nada ni nadie y es muy fácil para ellos utilizar la inocencia de los niños. En México, los narcotraficantes reclutan a estos pequeños y los convierten en carne de cañón, obligándolos a hacer todo tipo de trabajo. México vive uno de los períodos de mayor violencia en su historia, nadie es ajeno. Parece que a la fuerza, las personas han tenido que adaptarse a ella para continuar el día a día, porque la vida continúa, pidiendo de una vez y por todas que llegue la paz y que un día, al menos un día se pueda ir seguro a todas partes. ¿Qué podemos hacer para disminuir la violencia? ¿Qué se puede hacer para evitar que niños como “Beto” forme parte de un grupo de sicarios y delincuentes? Más que nada, se necesita que todos compartamos un mensaje positivo que involucre a toda la sociedad, desde la prensa hasta las áreas públicas.Foto UNICEF Campaña
Comentarios