El Libro Impublicable de Rauli


Esther Suárez Durán
Ilustraciones: Abdel de la Campa Escaig
104 paginas
Ediciones Matanzas (2011)

Este libro impublicable, parece tener secretos, palabras, historias que a todos quizás, no llegue a gustarles. Por esa sencilla razón Rauli, un niño de un barrio de la Habana, escribe y cuenta aunque esconda su manuscrito en una gaveta. Es a Rauli, a quien se le hará cualquier reclamo. El testigo mismo de todo lo que ve y oye. Vive en la capital de Cuba y atraviesa por el viaje más difícil que se puede iniciar en la vida: el divorcio de sus padres. Sin embargo, por accidente o intento de suicidio, reúne a sus padres tras atragantarse con una bola de jugar, pero dice tener la barriga llena de ellas. La realidad cubana se muestra tal y como es ante los ojos de un niño, pero la “noveleta” no pierde la forma, ni se adulta, ni tampoco irrespeta.
Esther Suárez Durán, reconocida dramaturga, narradora e investigadora cubana, conduce muy bien la historia. No hay dudas de la firme carrera que posee la escritora para valerse de una narración impecable, de mucha acción y agudeza, sin perder de vista a quien va dirigida la obra.  
Esther aborda el divorcio, la separación, la infidelidad, los parientes en el extranjero, la diferencia de sexo y menciona el estigma de la homosexualidad en la sociedad cubana; Esther arremete contra el maltrato de los animales, tan común verlo en todas partes de la isla, cuando un perro de pelea se refugia en la casa de Rauli huyendo de su dueño; la autora no pierde tiempo en describir la basura humana y presenta la lucha de un mundo adaptándose a otro con el fin de sobrevivir; la mediocridad de ciertos maestros que no saben lo que enseñan; la herencia del abuelo y el tema del patrimonio, que no se resume en los valores materiales, sino en el legado moral que ya tanta gente ha olvidado a lo largo y ancho de Cuba. Lo mejor viene después, cuando Lucy, la amiga de Rauli es discriminada en una calle de La Habana por ser negra. Verdades que tienen que ser dichas y señaladas, en Cuba y en todas partes del mundo, para que no olviden que todos somos iguales y nadie tiene derecho a discriminar ni subvalorar por el color de piel, ni por lo que se dice, ni se piensa.
Un gran final, porque las cosas feas, buenas, fuertes o débiles, deben ser dichas y no escondidas. Estoy seguro, que a estas alturas del juego, Rauli tiene otros libros impublicables. ¡Gracias Esther! 
Nivel de Lectura: 10 años en adelante
Calificación: Muy Bueno 
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