Los caníbales más temidos de El Nuevo Mundo



No podría suceder nada peor que terminar en la mesa de un banquete no comiendo, sino comido por otros. Es imposible determinar cuándo comenzó semejante hábito, pero puede afirmarse que desde épocas remotas y en todas partes del mundo. En América, los caníbales tenían un menú diario y algunos especuladores creen que dependiendo de la víctima, solían hasta darle nombre a los platillos. A su arribo al continente americano, Cristóbal Colón no encontró indicios de canibalismo, pero grata sorpresa se llevó cuando en su segundo viaje descubrió nuevas islas en las que habitaban una de las tribus más peligrosas de las antillas… ¡y de América! En una de estas islas, Colón rescató a unas mujeres y niños nativos que por pura suerte lograron escapar del apetito de sus captores. Tan temidos eran, que el solo hecho de mencionarlos infundía un temor en los pobladores de las islas pacíficas que les quitaba el sueño y como siempre, ponían un centinela que diera la alarma por si aparecían a mitad de la noche o en el resto del día. Asaltaban a las tribus pacíficas que habitaban las antillas e incluso llegaban a tierra firme. Comían a los hombres que caían en su poder y como hallaban la carne de las mujeres y los muchachos menos sabrosa, esclavizaban a las primeras para su deleite, si eran jóvenes y bellas, y a los segundos los castraban, engordaban y retenían en esclavitud hasta que llegaban a ser hombres formados para luego darse un buen banquete. 
La tribu a la que me refiero eran los llamados “caribes”. Por algún motivo recibió el mar de esa zona dicho nombre. Los conquistadores se dieron cuenta de que en El Nuevo Mundo, comerse a un semejante era muy normal para algunos nativos. Cuando Colón dejó a varios de sus hombres en tierra para fundar allí una colonia, a su regreso encontró solamente las armaduras. Algunos padres vendían a sus hijos o los cambiaban por algodón, colores para teñir, tea para alumbrarse, recina de pinos, etc... para que fuesen comidos o esclavisados; pero ese será otro tema. En sus guerras, los indios del reino de Quiché, mataban y se comían a sus jefes para infundir terror a sus enemigos. Similares hechos ocurrían en muchas partes de América cuya historia no comenzó con la llegada de Colón, sino cuando los Mayas escribieron sus símbolos en las piedras y los Incas esculpieron en ella a sus dioses.
Compartir:  

Comentarios