La Academic Ranking of World Universities, reveló una lista de las mejores y peores universidades del mundo. La encuesta es llevada a cabo anualmente con otras organizaciones internacionales de prestigio, para mostrar la posición de las universidades de cada país a nivel mundial. La lista, además de mostrarle a padres e hijos, estudiantes y maestros las mejores instituciones a donde pudieran dirigir su futuro, es también un botón de alarma para alertar sobre los problemas con respecto a la educación superior y poner en tela de juicio los programas que desarrollan muchas universidades en el mundo, principalmente las de nuestra región. Entre las 100 primeras no se encuentra ni una sola universidad latinoamericana. Sin embargo, en México celebraron con mucho orgullo que la UNAM clasificara en el puesto 160 mientras que escalones más arriba, despunta milagrosamente la Universidad de Sao Paulo. ¿No debe de existir un sentimiento por alcanzar el mismo nivel de rendimiento que han logrado buenas instituciones? ¿cómo es posible que las universidades de la región latinoamericana alcancen tan míseras posiciones en la encuesta? Es una clara muestra de que en las universidades de la región "algo" funciona mal. No pongo en duda la calidad de muchas universidades de latinoamérica, pero ese islote de conformismo en el que uno se compara con los que están mal y no con los que están bien, es un síndrome del subdesarrollo que deberíamos dejar a un lado. América Latina no marcha al paso de la conga, sino que es lenta, como la babosa coja que espera en una silla de ruedas: Los pésimos salario de los profesores, el paternalismo del estado hacia los estudiantes, la falta de rigor en el sistema, el exceso de matrícula... pueden ser algunos de los problemas que continúa acarreando la enseñanza superior. La educación es el futuro de cualquier país que nade en la pobreza económica y social. Salen adelante quienes apuestan por ella.
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