"Una vez yo fui..." por Kerala



Definitivamente, no hay libros para niños y adultos. Los límites establecidos hoy se desdibujan. Hay libros que son adoptados o no. Vivian Mansour obtuvo el premio FILIJ de Cuento para niños en el 1995, con El peinado de la tía Chofi, un cuento favorito de Narradores Orales y lectores de todas las edades. Desde entonces, sus personajes abordan el tema familiar desde una perspectiva diferente y aunque dice escribe pensando en siete años en adelante como edad lectora, se sorprende al interactuar con los padres de estos niños, acercándose a su obra con verdadero interés.
La mala del Cuento es la historia de una niña, Marina. Se enfrenta a la bulimia de su madre, enfermedad más común en las familias mexicanas de lo que se publica en cifras. Su madre hermosa, huele raro después de pasar rato en el baño y al salir Marina la observa hermosa y delgadísima, peinada impecable, sólo que los labios sin pintarHay un monstruo que se lleva a su madre para siempre, con olor a vomitadas. Marina debe aferrarse a una ausencia que no le es comprensible, mientras lidia con su propia existencia.
“No. No le iba a dar mi suéter a Lizette. No sabía que, aunque luciera como una princesa, adentro de mí vivía una bruja”.
Y la compasión en la escuela, la desagradable lástima pegada a sus pasos:
“Esto fue lo que escuché:
-Déjala pasar primero. Es huérfana.
Pero, el padre se enamora. Una mujer perfecta, de sonrisa amplia y acompañada por un niño “que resultó ser su hijo”. Entonces, Marina decide desmistificar a esta madrastra que parece tan buena, tan linda y tan paciente y empieza a desplegar una estrategia llena de travesuras, intentos fallidos y que se convierte en lo más divertido de esta narración sorprendente.
Vivian Mansour ha expresado siempre el interés que presta a las familias de hoy, esos núcleos nuevos que deben sobrevivir a los dragones contemporáneos. Y Marina se transforma durante la narración, al igual que van tomando otros matices, la relación con su padre, su hermano, su madrastra y hasta la dolorosa ausencia de su madre. Una historia muy recomendable porque las villanas de los cuentos de hoy no se visten de brujas, ni preparan pócimas, ni arremeten contra lánguidas princesas, los retos de nuestras familias cobran intensidad en ese entramado donde se tejen las apariencias y nuestra desafiante cotidianidad.
La mala del cuento/Vivian Mansour-México: Fondo de Cultura Económica, 2009.

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