Tres juegos a la naturaleza.



Decía Thomas Berry que: "Enseñarle a los niños del mundo natural debería tratarse como uno de los sucesos más importantes de sus vidas". 
Estos juegos ayudan a despertar en los niños la curiosidad y la conexión que tenemos con la naturaleza. Pueden jugar en el jardín de la escuela, en el patio de la casa o en el parque si así lo desean.  
1- Reconocer un árbol. 
Este es un juego para jugar de dos en dos. Uno de los jugadores se pondrá una venda en los ojos, como la gallinita ciega. Entonces el otro lo guiará hasta el tronco de un árbol. El jugador vendado tocará el árbol para tener una idea del ancho del tronco, el tamaño de las hojas, la superficie de la corteza y del terreno que rodea al árbol. Luego, se regresa al jugador vendado al punto de partida y se le da una, dos, tres vueltas en el lugar y se le quita la venda de los ojos. El jugador tendrá que adivinar cuál era el árbol que estaba tocando. 
2- Adoptar un árbol.
Como padre, pídale al niño que adopte un árbol en las cercanías del vecindario. Averigue en la biblioteca qué tipo de árbol es, cuáles condiciones prefiere y qué tamaño alcanza. Observen el árbol una vez al mes y noten cuánto está cambiando con el pasar del tiempo. Incluso, pueden darle un nombre y tomarse una foto familiar. 
3- Cacería nocturna de insectos.
La noche, a pesar de ser oscura y misteriosa, es la etapa más divertida del día. Lucen las estrellas sus vestidos y baila la luna en el cielo. La noche es el momento en que muchos animales e insectos despiertan. Algunos salen a merendar, otros a bailar, hay quienes trabajan, organizan o van a enamorar. Traigan linternas y lupas para salir a buscar insectos. Obsérvenlos caminar o arrastrarse. ¿Van solos o van en grupo? ¿Están llevando algo? ¿Cómo llevan su carga? ¿Se meten bajo la tierra? ¿Qué hacen cuando le enfocas la luz de la linterna? Muy divertido será crear una historia a los comportamientos de cada insecto.

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