Leonor Portela, el Premio Nobel de los niños

Tres días después del horrible terremoto que sacudió a Guatemala en 1976, Leonor Portela, viuda y madre de un niño, viajó hasta dicho país llevando la ayuda recaudada en la ciudad de Miami. Al poco tiempo, Leonor Portela decidió dedicar su vida a cuidar a los niños guatemaltecos afectados por el terremoto. Con 2700 dólares fundó un hogar y comenzó a albergar a niños huérfanos, necesitados de amor, cariño, alimento, educación y cuidado. Los primeros años fueron muy difíciles, vendió su casa y gracias a su fe y el buen corazón de los exiliados en Miami pudo continuar la obra que definía el sentido de su vida. 
World Childrens Awards, considerado el Premio Nobel que se le entrega a personas que ayudan a niños, otorgó a Leonor dicho galardón, como reconocimiento.





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