José Martí vestía siempre de negro. Nunca lo vieron usar un color distinto allá en Francia, ni cuando vivió desterrado en España, tampoco en Nueva York, donde vivió 15 años. Una vez, estando en Tampa, Martí celebró el alfiler con la corbata de color lila que usaba ese día el joven Manuel García Ramírez. Era un símbolo que representaba el esfuerzo de aquellos cubanos que desde el exilio, trabajaban sin descanso para reunir el dinero con el cual independizar a Cuba de España.
Más tarde, el joven le envió el alfiler y la corbata como regaló a Martí quien, aceptando el presente con mucho aprecio, le mandó a decir:
“Dígale que nunca he usado más que corbatas negras, por llevar luto por Cuba esclavizada. Pero por su generosidad, usaré la corbata una sola vez, y se la daré luego a otro cubano que la sepa estimar y conservar.”
Fuente: La Página de José Martí
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