La Última Página: Los niños en Cuba

Hay ojos que ven este paraíso de isla con la inocencia de las utopías, mientras otras miradas bajan la cabeza frente a las realidades. Los primeros, decoran los problemas en la isla con toda clase de justificaciones, los segundos, reconocen que la solución está en manos de los propios cubanos. Espacios en la web, la radio y la televisión, medios impresos y digitales, se detienen a analizar la sociedad cubana en todos sus aspectos, pero muy pocos ponen ojos sobre los más pequeños. ¿Cómo viven los niños en Cuba? ¿Quiénes velan por la seguridad y el respeto a los derechos de los niños en la isla? La realidad revela un abismo de preguntas, todas ellas imposible responder para quienes no han vivido o padecido el diario vivir en Cuba. Adentro, la situación transcurre normal y cotidiana; afuera, el contraste con el mundo moderno coloca a la isla en el abrupto resplandor de una sociedad con importantes retos por delante.
La desigualdad social, la violencia infantil, la humillación colectiva, las diferencias de sexo, intolerancia, el odio racial y el repudio, son los principales factores que rodean la cotidianidad de los niños en Cuba. Todos ellos se propagan en las escuelas, vecindarios y hogares como un tópico cotidiano. La educación precaria, contra un futuro incierto y sin esperanza. Pueden los adultos lidiar con los vejámenes de una sociedad, decidir por ellos mismos cómo huir o enfrentarla. Pero los niños son las víctimas más vulnerables de una isla quebrada por su propio peso.
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