Ilustraciones
del autor
42 páginas.
Ediciones Mecenas (2006)
En Cuba
hay diamantes escondidos. Hace falta caminar, entrar a las librerías para enterarse
de las maravillas o tener la suerte de que un hijo llegue a casa con un libro
que le han prestado para leer. Este es el caso de Las Ruedas de la Luna,
un libro de Miguel Pérez Valdés (1966) publicado por la editorial cienfueguera
Mecenas en el 2006. Un libro de poesía para niños muy pequeños, pero con la
gigantesca virtud de enamorar a todas las edades. La historia
comienza con una carreta, donde sube la luna para descubrir las sorpresas de
la noche: grillos, trabalenguas, fantasías y más.
La rima
es pegajosa, llena de musicalidad. Miguel Pérez Valdés domina con sencillez un
espacio complicado, que es dar historia a pocas palabras, con la suma de dos o
tres versos, le bastan. Aquí el autor juega a sus anchas y el lector no puede
evitar contagiarse. Desde la combinación de palabras de donde sale un
“Elefantigallo” hasta el trabalenguas disparatado de “Ruyos, riyos, rayos, la
bicicleta no es un caballo”. Pero todavía más genial, es la conciencia de la
obra a la inteligencia del pequeño lector, donde el niño dice:
Abuelo
anda loco,
armó una carriola
con varillas
de coco.
Que soy liguero,
y que poco a poco
me monte en ella...
pero ni loco.
Vale
notar un libro que juega en el ambiente criollo, donde el niño cubano se
identifica con juegos, personajes y elementos de su entorno, pero donde también
permite que niños de otras tierras conozcan la viva riqueza del verso y la
jocosidad a donde puede llegar la fantasía de la isla. Todas las ilustraciones
pertenecen al autor, con un estilo muy sencillo pero de peculiar carácter.
Rasgos y líneas, puntadas que parecen tejer esta constelación de imágenes en
una de las mejores obras de la poesía para niños en la Cuba de hoy.
Nivel de lectura: 3 años en adelante.
Calificación: Excelente.
Nivel de lectura: 3 años en adelante.
Calificación: Excelente.
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