Cumplió 130 años, y no tiene barbas. El 3 de agosto de l889, en carta a su amigo Manuel Mercado, y refiriéndose a La Edad de Oro, José Martí le hablaba: “...sobre una empresa en que he consentido entrar, porque mientras me llega la hora de morir en otra mayor, como deseo ardientemente, en esta puedo al menos, a la vez que ayudar al sustento con decoro, poner de manera que sea durable y útil todo lo que a pura sangre me ha ido madurando en el alma…” El escritor cubano Luis Enrique Valdés celebró en grande. Con motivo del 130 aniversario de la revista, emprendió un proyecto para imprimir una edición facsimilar de La Edad de Oro. Es decir, tal cual vio la luz en 1889. Una idea hermosa vista desde fuera, pero sopesando el reto de financiación.
El proyecto consiguió los fondos imprescindibles a través de la plataforma Verkami y pocos meses después salieron a la luz los cuatro números de la revista, acompañados de un quinto número con la correspondencia martiana en torno a La Edad de Oro, así como artículos y varios ensayos.
El resultado final, ahora que paso las páginas de esta edición facsimilar frente a mis ojos, produce una conmoción indescriptible. No estoy seguro si es la dicha de regresar en el tiempo o la confianza de que La Edad de Oro mantendrá su vitalidad y frescura más allá de sus 130 años de existencia.
En la foto: Luis Enrique Valdés y Carlos Martín Aires
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